¿Qué tal se ha pasado el poco año que queda para
vosotr@s? Para mi, sin pena ni gloria. No creo que lo recuerde, la verdad.
Pero hoy vengo a hablaros de la navidad, y de los recuerdos que me trae.
Cuenta mi madre que apenas empezaba octubre, ya íbamos raudas mi hermana y yo a por el catálogo de juguetes, y ya empezábamos a confeccionar nuestras listas de deseos.
Valga la redundancia de que los reyes siempre me traían lo que pedía, pero me encantaba ir al Corte Inglés a ver esos juguetes de exposición que yo nunca tenía en casa.
La cabalgata era entretenida, pero con el clásico frío que hacía, deseaba que acabara enseguida para ver que me habían traído de regalos y no pasar frío. De un tiempo a esta parte, he tenido la oportunidad de ver la cabalgata de reyes en el mediterráneo, y no es lo mismo, ves venir a los reyes en barco, con sus camellos y medio zoológico por delante, hacen que ese día sea especial para los peques y mayores.
Me encanta comer de todo: turrón duro y blando, unos polvorones, cocadas, mazapanes, y por supuesto, el roscón de reyes.
En casa solemos montar el árbol 10 días antes de navidad y lo desmontamos el día después de reyes.
Por supuesto, se echa de menos a los que faltan, pero me emociono al ver a los nuevos afortunados de la lotería y disfruto como una enana de la decoración de los calles, y por supuesto no falta cantar villancicos en casa.
Odio el consumismo que se promueve en estas fechas señaladas.
Y
vosotr@s, ¿sentís nostalgia con la navidad o detestaís tanto consumismo?
Besos y que empecemos todos el nuevo año con salud y se cumplan todos nuestros deseos